No todos los que dudan están perdidos
Desarrollar el potencial de cada persona.
Luego de la era de la pandemia de COVID-19, los jóvenes adultos en Montevideo experimentaron un notable estancamiento. La falta de espacios de conversación y apoyo tras este período crítico intensificó la percepción de bloqueo en diversas áreas de la vida, como el trabajo, los estudios, la rutina y la gestión del tiempo. En este contexto, se identificó la necesidad apremiante de proporcionar a los jóvenes adultos las herramientas necesarias para reconocer y aprovechar su potencial individual.
En respuesta a esta realidad, desde el Hub de Montevideo, se reconoció la importancia de abordar la salud mental, reconociendo los impactos emocionales y psicológicos de estos desafíos post-pandémicos. El interés del Hub fue poner foco en despertar el autoconocimiento, estimular la curiosidad latente y fomentar la conexión con otros individuos que enfrentaban circunstancias similares.
Sobre el proyecto:
"No todos los que dudan están perdidos" se concibió como un espacio taller experiencial, destinado a la reflexión profunda y la adquisición de herramientas prácticas para reconocer y desarrollar el potencial de cada participante. El objetivo fundamental del proyecto fue crear un ambiente donde los jóvenes pudieran explorar su propósito, identificar fortalezas, expresar deseos y confrontar las excusas que podrían estar limitando su crecimiento.
Durante estos talleres interactivos y sensoriales, se fomentó el diálogo abierto sobre la aceptación y la naturalización de la experiencia de sentirse perdido. Se buscó que los participantes reconocieran en los demás las mismas inquietudes y desafíos que ellos experimentaban, generando así un sentido de comunidad y pertenencia. La premisa fundamental fue transmitir el mensaje de "no estás solo", estableciendo una conexión genuina entre generaciones y proporcionando un espacio valioso para el encuentro con otros en una búsqueda similar.
La modalidad interactiva y experiencial se seleccionó estratégicamente para dejar una impresión duradera en los participantes, brindándoles herramientas tangibles y experiencias significativas para llevar consigo.
Los talleres fueron facilitados por miembros de Global Shapers Montevideo.
Este proyecto no solo buscó romper las barreras percibidas, sino que también abordó la salud mental, proporcionando un espacio seguro para la reflexión y la contención emocional. Se centró en la búsqueda de propósito, ofreciendo herramientas que permitieran a los jóvenes explorar y definir sus metas y aspiraciones a largo plazo. La premisa fue que, al desafiar las creencias limitantes y fortalecer la salud mental, los jóvenes pudieron redescubrir su propósito y avanzar hacia una vida más plena y satisfactoria.